La vida se puede resumir en una toma decisiones constante y diaria. Algunas apenas tiene relevancia en el día, y gracias v otras por el contrario nos costará mucho tomarlas (dejar a nuestra pareja, declarar nuestro enfado a alguien, pedirle dinero prestado a un amigo…) debido a que nos ponen “entre la espada y la pared”.

Sin embargo, con el paso de los años, uno se da cuenta que no queda más remedio que afrontar las situaciones adversas tal y como nos vienen. Y que cuanto más temprano lidiemos y solucionemos nuestros problemas, más fácil será conseguir los objetivos de nuestra vida.

Por esta razón, habitualmente es importante que tengamos nosotros la iniaciativa y demos el primer paso ante cualquier situación. Esta será una buena forma de tener el control sobre nosotros y nuestra vida, que provocorá que la podamos vivir con menos estrés y preocupaciones.

De hecho, mucha gente ha tenido éxito debido a que sus círculos cercanos han tenido iniciativa en sus vidas y han sabido dar el primer paso de forma enérgica. Sino que se lo pregunten al representante de Michael Jordan, que cuando iba a firmar un contrato por los Chicago Bulls, decidió que este baloncestista de fama mundial merecía un salario de 52 millones de dólares al año. Tras largas, duras y sobre todo “agresivas” negociaciones, Jordan acordó apercibir un cheque anual de 30 millones. ¿Nada mal, verdad?

Este ejemplo que les acabamos de poner se puede extrapolar a cualquier ámbito de nuestras vidas (amor, amistad, trabajo, ocio…). Por ello, a continuación les contaremos los beneficios que supone “dar el primer paso:

MÁS SEGURIDAD EN TI MISMO
Es normal que al principio te cueste tener la iniciativa si eres un poco tímido o introvertido, sobre todo si es una situación completamente nueva para ti. Sin embargo, después de hacerlo una vez, ya conocerás el camino y las siguiente te costará menos. Finalmente será algo realmente “pan comido” . Esto se puede probar desde pedir salir al chico/a que nos gusta, hasta en las negociaciones en una incómoda entrevista de trabajo. El «NO» ya lo tienes de primeras, así que no tienes absolutamente nada que perder

A la tercera o cuarta vez que lo consigas, sentirás que de verdad has conseguido lo que te proponías, con el consiguiente chute de autoestima que esto supone. Lo mejor para “dar el primer paso” es no pensárselo mucho y actuar directamente. Recuerda que el que «no arriesga, no gana.»

Por último, también es importante e ser un poco flexible y democrático en la medida de lo posible ya que en muchas ocasiones tus intereses chocarán completamente con la otra persona. Por esta razón, lo mejor es llegar a un punto intermedio donde ambas partes salgan “satisfechas”. Y es que de otra forma solo saldrían victoriosos ustedes. Y eso es algo que a la larga se hace aburrido.